
10 Jul
Reutilización de productos de la construcción (ODS 7)
¿Sabrías decir cuántos productos diferentes podemos encontrarnos en un edificio normal? Unos tres mil. Son datos de Green Building Council España (GBCe). Una cifra que habla de la importancia que tienen las edificaciones como reservas de materiales para el futuro. ¿Podemos reutilizarlos? ¿Cómo?
«El cambio hacia la circularidad de los edificios solo es posible si disponemos de toda la información sobre sus componentes para poderlos reutilizar y darles una segunda vida», destaca la directora general de GBCe, Dolores Huerta.
Por eso es importante la creación del Libro Digital del Edificio, propuesta por la Comisión Europea tras una revisión de la Directiva de eficiencia energética en edificios. La previsión es que se apruebe en 2022 con el objetivo de participar en el proceso de la descarbonización del sector de la construcción.
Pero ¿qué es exactamente ese Libro Digital del Edificio? Se trata de una herramienta que permite la monitorización de los datos, la información y los documentos relacionados con cada fase del ciclo de vida del edificio de forma dinámica. «Los materiales que conforman una edificación deben disponer de un pasaporte que permita identificar sus propiedades en todo momento y que les confiere identidad y valor como recursos al final de su vida útil», explica Jordi Bolea, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Economía Circular (GTEC) de GBCe.
«El pasaporte de materiales, como parte del Libro Digital del Edificio, es una herramienta imprescindible para integrar la circularidad en el sector de la edificación y cumplir con el compromiso de las cero emisiones para 2050», afirma Bernardette Soust-Verdaguer, miembro del GTEC.
«La viabilidad de esto solo se produce si se tiene en cuenta qué sucederá con los recursos a lo largo de toda la cadena de valor y al final de su vida útil. En este caso, es vital tener digitalizada toda la información»
Es un reto absoluto, más aún si tenemos en cuenta que en España el sector de la edificación es responsable del 30,1 por ciento del consumo de energía final y del 25,1 por ciento de las emisiones de CO2 a la atmósfera, según datos extraídos de la hoja de ruta del proyecto Building Life.
Por otro lado, la mitad de las emisiones de carbono previstas para el sector de la edificación hasta 2050 no están medidas ni contempladas en ninguna estrategia de descarbonización.
Además de eso, la ONU asegura que más del sesenta por ciento de las emisiones de CO2 a nivel mundial –sin tener en cuenta las derivadas de los usos agrícolas y forestales– se liberan en la secuencia de extracción, procesamiento y fabricación de bienes. Algo menos del cuarenta por ciento se emite durante el uso de los productos.
El uso de materiales se ha triplicado desde 1970 y podría duplicarse de nuevo hacia 2050. «Para implementar la circularidad es necesario planificarla desde la fase de proyecto, diseñar edificaciones que puedan ser desmontables y asegurarnos de que sus materiales no contienen sustancias tóxicas que comprometan su reaprovechamiento futuro», opina Beatriz de Diego, experta del Área Técnica de GBCe y miembro del GTEC.
La viabilidad de esto solo se produce si se tiene en cuenta qué sucederá con los recursos a lo largo de toda la cadena de valor y al final de su vida útil. En este caso, es vital tener digitalizada toda la información. Todos los procesos deben ser concebidos para que los residuos generados se puedan reaprovechar, sin que en ese transcurso se degraden los recursos empleados al inicio.
¿Qué te ha parecido el artículo? Una de las formas de conseguir el ODS 7 –Energía asequible y no contaminante– es reutilizando los productos de la construcción.
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Imagen superior: Matthew Henry – Unsplash