
20 Ago
Los recursos minerales, un reto con buenas expectativas
Empecemos por el principio. Los recursos son bienes o materias primas que tienen una cierta utilidad con relación a un objetivo. Un recurso permite satisfacer necesidades particulares. Un recurso mineral, por tanto, es aquel que se explota con algún fin, y que se extrae mediante la minería.
La Tierra es el inmenso continente en el que están guardados todos esos recursos. Y de la misma manera que no existe el bote de nocilla infinito, tampoco los minerales de la Tierra lo son. En su mayoría son fósiles o formaciones rocosas que resultan de miles de millones de años de presión y procesos químicos naturales, y que a nosotros nos cuesta apenas unos días extraer. Más o menos es como cuando tu madre se pasa toda la mañana preparando croquetas para cinco y la fuente vuela en menos de 10 minutos.
Es por ello que se hace imprescindible reflexionar y buscar formas de optimizar las explotaciones, alternativas energéticas, administrar y rentabilizar bien las extracciones, etc. Los principales grupos mineros ya presentan propuestas para reconducir la minería hacia el futuro más sostenible posible. La idea de cara a los años venideros es poder atender la creciente demanda de materias primas, energía y agua a precios competitivos tanto para las empresas como para las familias como consumidores finales, de modo compatible con el concepto de sostenibilidad. Además de contribuir a la eliminación de los desequilibrios territoriales y sociales existentes.
Los expertos que se dieron cita durante el mes de abril de 2018 en el XIV Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales, celebrado en Sevilla, desde sus diferentes áreas de especialización, coincidieron en sus ponencias en tres puntos principales a tener en cuenta:
Seguridad, medio ambiente y desarrollo de nuevas tecnologías que lo hagan posible.
La preocupación por una minería mejor quedó clara en las ponencias. Todos los grupos llevaron interesantes propuestas particulares para un mejor funcionamiento de sus explotaciones. Además, en el ámbito de la tecnología destaca el desarrollo de softwares que podrían ser utilizados por todas la compañías. Como la propuesta de Geocalcali S.L. con DESKWIK, un programa de diseño y planificación meniera que permitirá la optimización de los costes. O el método ICOM, una aplicación de cálculo de la compensación de masas en excavaciones de obra pública, aplicable a la minería.
La mienería, además de la reducción de costes y lo meramente productivo, tiene un gran desafío por delante que puede superarse gracias a las nuevas propuestas: convencer a un porcentaje amplio de la población de que, en el siglo XXI, una minería responsable es posible. Y es el único camino para que sea una actividad beneficiosa para todos, desde las empresas hasta los consumidores, y todo haciendo que nuestro inmenso continente no se quede sin contenido.