
23 Nov
La movilidad urbana sostenible
¿Sabías que siete de cada diez ciudadanos que habitan en la Unión Europea lo hacen en áreas urbanas? Son datos de Eurostat. Además, si trasladamos esto a España nos encontramos con una cifra todavía mayor, puesto que solo el dieciséis por ciento de la población está centrada en municipios rurales. Esto implica el nacimiento de un reto importante: conseguir que las ciudades sean más sostenibles, incluyendo su movilidad.
La movilidad tiene un papel fundamental en la transición que requiere la vida en la ciudad hacia modelos más respetuosos no solo con el medioambiente, también con sus habitantes. Algo para lo que se necesita el apoyo global de instituciones, empresas privadas y, por supuesto, los propios ciudadanos.
Vamos por el buen camino. Solo en Europa se han puesto en marcha en la actualidad más de mil planes de movilidad urbana sostenible. Así lo informa Adina Vălean, comisaria europea de Transporte. En la mayoría de estos planes, ya sean grandes o pequeñas ciudades, el peatón está en el centro de todo. Además, buscan desarrollar e implantar proyectos de conectividad para lograr una movilidad más eficiente, fomentar el transporte alternativo, mejorar el transporte público y hacerlo más sostenible.
Lógicamente, el vehículo privado será necesario en algunos casos, pero «el reto es procurar el cambio hacia modos más sostenibles. La columna central de esto es el transporte de calidad combinado con transportes alternativos como la bicicleta, y caminar», explica Mª Eugenia López-Lambas, profesora de Transportes de la Universidad Politécnica de Madrid y subdirectora del Centro de Investigación del Transporte TRANsyT-UPM, en declaraciones recogidas por La Vanguardia. «El transporte público colectivo debe llegar a toda el área urbana con un servicio de calidad y adaptado a cada nivel de demanda. Una vez mejorado, es preciso que sea bien utilizado, para asegurar su eficiencia energética y medioambiental con bajos ratios de consumo y emisiones. La protección del peatón y la promoción del uso de la bicicleta son fundamentales para conseguir una movilidad urbana eficiente», indica Tomás Ruiz Sánchez, doctor por la Universitat Politècnica de València en Planificación del Transporte.
Hay una cosa clara y es que las esperadas restricciones y peatonalizaciones, así como otras medidas similares, solo van a tener éxito cuando la alternativa de transportes públicos avance en términos de calidad, sostenibilidad, accesibilidad y frecuencia de paso.
La incorporación de biocombustibles avanzados o combustibles sintéticos es fundamental en este cambio, marcando la diferencia especialmente en el transporte público, consiguiendo que autobuses, metros, tranvías o trenes tengan bajas o nulas emisiones de carbono.
«El transporte público colectivo debe llegar a toda el área urbana con un servicio de calidad y adaptado a cada nivel de demanda. Una vez mejorado, es preciso que sea bien utilizado, para asegurar su eficiencia energética y medioambiental con bajos ratios de consumo y emisiones»
¿Cómo estamos en España? Tenemos muy buenos ejemplos de movilidad urbana sostenible. Por citar un par de casos, destacan Vitoria –Capital Verde Europea 2021– o Pontevedra. Esta última tiene una política de movilidad sostenible muy exitosa desde hace dos décadas, consiguiendo reducir el tráfico a motor en toda la ciudad un 53 por ciento desde 1997 y un 92 por ciento en su centro histórico y comercial. Para ello, se ha priorizado la movilidad a pie, ha redimensionado sus calles con aceras más anchas y ha habilitado aparcamientos libres en la periferia.
Hoy en día Madrid, Barcelona y Bilbao lideran en España el Índice de Movilidad Urbana Sostenible.
Por ejemplo, Madrid se ha fijado como objetivo que en 2050 su flota de autobuses no genere huella de dióxido de carbono. En Barcelona el uso de sus redes de autobuses y metro evita 295.000 toneladas de CO₂ anuales. Por otro lado, en Bilbao, proyectos como el del uso del HVO en doce autobuses de Bilbobus, que circularon por la ciudad de junio a septiembre de 2021, son ejemplo de ello. Este biocombustible suministrado por Repsol está producido a partir de residuos y da un saldo de cero emisiones netas.
A nivel internacional son muchas las acciones pensadas para mejorar la movilidad urbana. En Londres, existe el proyecto Smart Parking, donde se incluyen tres mil sensores en el centro de la ciudad para que el conductor sepa dónde puede aparcar, aliviando la presión del tráfico. En París está la iniciativa París en 15 minutos, que propone que los barrios cubran todas las necesidades de sus ciudadanos evitando desplazamientos innecesarios.
Un caso interesante es el de Vauban, un barrio de Friburgo (Alemanoa), donde la gran mayoría de habitantes no tiene coche al ser todo peatonal. El uso del transporte público o a pie es fundamental. Finalmente, Seúl reemplazó todos los autobuses por otros de gas natural comprimido en 2015 y planea introducir unos cuatro mil autobuses eléctricos y de hidrógeno para 2025. Es la elegida por WWF como la Ciudad más sostenible del planeta, y planea más zonas peatonales, además de poner en marcha un servicio gratuito de alquiler de bicicletas.
La ONU estima que en el año 2050 un ochenta y nueve por ciento de la población mundial vivirán en ciudades. Por ello es fundamental apostar por una transición hacia modelos urbanos más sostenibles. ¿Estás dispuesto a dejar el coche en casa para tomar el transporte público?
¿Qué te ha parecido el artículo? AYMA está siempre favor de buscar opciones sostenibles de futuro. La movilidad urbana debe virar hacia un modelo mucho más amable con la naturaleza.
Si te ha gustado, comparte. Estaríamos encantados de que hicieses llegar a tus contactos en Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn estos artículos que escribimos con rigor y pasión.
¿Necesitas nuestros servicios? En AYMA podemos asesorarte y dar forma a tus ideas. Confiamos en tu negocio tanto como tú lo haces.