
03 Feb
La gasolina y el gasóleo sintético como solución sostenible
Estos nuevos combustibles pueden sustituir a la gasolina en vehículos con motores de combustión interna, eso sí, mucho más respetuosos con el medioambiente.
Más allá de la necesidad de tener o no coches privados y de que sea vital promover el uso del transporte público, hay una cosa evidente y es que los transportes han de ser sostenibles. Para ello es vital contar con combustibles que no contaminen. Una de las opciones más perseguidas es de los motores eléctricos. Sin embargo, hay un acuciante problema con la materia prima necesaria para la electrificación, como la poca cantidad existente del litio de las baterías. En este sentido, cobran especial interés la gasolina y el gasóleo sintético.
No es algo reciente, pero sí es un producto que comienza a perfilarse como una alternativa para seguir quemando gasolina y gasóleo sin incurrir en las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen al efecto invernadero. Estos combustibles sintéticos se fabrican de cero y pueden sintetizarse consumiendo el dióxido de carbono que se encuentra de forma natural en la atmósfera. Interesante, ¿verdad?
También se puede recurrir al agua como segunda materia prima utilizada en su elaboración y todo el proceso se realiza empleando energía renovable. ¿El resultado? Combustible que al quemarse se transforma en la misma agua y dióxido de carbono que se empleó para su fabricación.
La prestigiosa marca de automoción Porsche ha inaugurado a finales de 2022 su planta de gasolina sintética en Punta Arena, Chile. Este combustible, fabricado mediante energía eólica, promete emisiones casi neutras de carbono y puede funcionar con los motores de explosión tradicionales. Sus promotores aseguran que en la fase piloto producirá unos 130.000 litros de combustible, aunque esperan llegar a los 550 millones de litros para finales de esta década.
La planta de combustible sintético de Punta Arena utilizará la energía de la turbina eólica para extraer mediante electrólisis el hidrógeno y oxígeno del agua. Luego, el hidrógeno se combina con el carbono capturado del aire o de fuentes industriales para sintetizar el metanol con el que se fabrican hidrocarburos para su uso como combustible.
Estos nuevos combustibles pueden sustituir a la gasolina en vehículos con motores de combustión interna, eso sí, mucho más respetuosos con el medioambiente. Otra gran ventaja es que no es necesaria la construcción de nuevas infraestructuras para que sea distribuido, ya que se pueden usar las estaciones de repostaje de gasolina que existen en la actualidad.
«Estos combustibles sintéticos se fabrican de cero y pueden sintetizarse consumiendo el dióxido de carbono que se encuentra de forma natural en la atmósfera. Interesante, ¿verdad?»
«El potencial de los e-combustibles es enorme. Actualmente, hay más de 1.300 millones de vehículos con motor de combustión en todo el mundo. Muchos de ellos seguirán circulando durante décadas, y los eFuels ofrecen a los propietarios de los coches actuales una alternativa casi neutra en carbono», declaró en un comunicado Michael Steiner, director de Investigación y Desarrollo de Porsche.
El objetivo es construir una docena de plantas de este tipo de combustible sintético en el planeta. Cada una puede capturar dos millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año. «Sin lugar a dudas, hay muchas regiones en todo el mundo con potencial para obtener energía verde a partir de molinos eólicos o fotovoltaicos o incluso hidroeléctricos de alta eficiencia», afirma Steiner.
Sin embargo, también hay puntos en contra. El principal es la cantidad de dióxido de carbono necesaria para elaborar el combustible, que no es fácil de conseguir. «Siempre se puede obtener CO₂ verde de la biomasa o de otros procesos, fuentes puntuales, pero a largo plazo también tenemos que encontrar mejores formas de capturar directamente el CO₂ del aire ambiental. Se trata de una tecnología que necesita más investigación y desarrollo», explica Steiner.
Otro gran problema es el precio. En la actualidad el litro de este combustible sale por unos dos dólares, a esto hay que incluirle impuestos y aranceles, que constituyen la mayor parte del precio del combustible por norma general. Por el momento, Porsche asegura que utilizará toda la producción de la planta para los coches de su Porsche Supercup, la competición de coches que organiza la compañía, y para sus Porsche Experience Centers de todo el mundo, donde se pueden probar sus coches. También es posible que parte del combustible acabe en la Fórmula 1, que tiene como objetivo la neutralidad de carbono para 2030.
Queda mucho por investigar e invertir para conseguir que este tipo de combustible sea una realidad cercana a los consumidores finales. Pero es innegable ver que hay muchas iniciativas en busca y captura de técnicas más naturales y sostenibles con el medioambiente.
¿Qué te ha parecido el artículo? Nuevos combustibles para salvar el medioambiente. ¡Hay que seguir investigando!
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Imagen superior: planta de Porsche en Punta Arena, Chile – Foto: Autobild