
23 Nov
Economía sostenible, ¿cuál es tu color?
¿Se podrían vincular los colores con la economía? Lo cierto es que sí y vamos a ver cómo lo hacen. Verde, azul, amarillo, naranja… ¿Con cuál te identificas más?
Seguro que en algún momento te han preguntado por tu color favorito, sobre todo en tu infancia. Solemos usar los colores para vincularlos con momentos, objetos e ideas. En la actualidad, el verde se ha unido mucho a los conceptos de medio ambiente y sostenibilidad, y el azul a los océanos. ¿Se podrían también vincular los colores con la economía? Lo cierto es que sí y vamos a ver cómo lo hacen.
La transición energética, la sostenibilidad, la agenda 2030 con los ODS y la lucha contra el cambio climático son algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos día a día. Hay que buscar un equilibrio y conseguir que nuestras actuaciones tengan el menor impacto negativo posible. Para ello surgen conceptos como el de la economía verde, azul, naranja o amarilla. El uso del color busca evocar los ámbitos a los que debemos prestar especial atención cuando hablamos del compromiso con el entorno.
Economía verde
Empezamos por la economía verde. El verde es quizá el primer color que solemos asociar con el mundo de la sostenibilidad. Se trata de un modelo económico para el que el principal rival a batir para alcanzar el bienestar social es cualquier amenaza ecológica.
Es primordial contar con la colaboración de particulares y organizaciones, sean públicas o privadas. Así, cobra especial relevancia ver el consumo de los hogares y de las instalaciones empresariales, la gestión de residuos, los problemas de movilidad, etcétera.
Economía amarilla
Pasamos a un modelo que pone su centro en la tecnología y la ciencia. Aquí son los avances en investigación los que buscan la eficiencia de los proyectos. La idea es identificar y solventar los problemas que van surgiendo en todo tipo de iniciativas, además de reducir costes, recursos, etcétera.
«Surgen conceptos como el de la economía verde, azul, naranja o amarilla. El uso del color busca evocar los ámbitos a los que debemos prestar especial atención cuando hablamos del compromiso con el entorno»
Economía naranja
En el modelo naranja, la creatividad es la clave. Es más, muchos la conocen como economía creativa. En esta tipología, los productos y servicios, además de aportar ganancias económicas, buscan impulsar el progreso cultural de la sociedad a través del conocimiento.
La idea es estimular la innovación para que surjan alternativas sostenibles con las que poder afrontar los desafíos que nos encontramos en la actualidad, como el cambio climático, por ejemplo. Según datos ofrecidos por la Unesco –Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura–, la economía creativa representa el tres por ciento del PIB –producto interior bruto– mundial y emplea a más de treinta millones de personas en todo el mundo.
Economía azul
Es un modelo productivo en el que la naturaleza provee los recursos que consumimos día a día, pero también nos dice cómo debemos utilizarlos de forma eficiente. El término de economía azul fue popularizado por Gunter Pauli en su libro The Blue Economy.
Este sistema busca crear procesos productivos que simulen el comportamiento de la naturaleza, sacando el mayor rendimiento a los recursos y también a sus residuos, en el caso de que se originen. El fin de un producto supone contar con las materias primas necesarias para que otro surja. La economía azul se basa en tres principios: consumir localmente, aprovechar todos los residuos y producir y usar lo indispensable.
Este concepto puede asociarse con otros sistemas, como el de la economía verde. Eso sí, la diferencia fundamental radica en que mientras la economía azul busca la eficiencia aprovechando los recursos disponibles sin que el precio de los costes se incremente ni para las empresas ni para los consumidores, la economía verde conlleva una mayor inversión por parte de las compañías y esto se traslada al usuario final, quien debe pagar un mayor precio por obtener un bien o servicio producido con sostenibilidad y responsabilidad.
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Por qué tipo de economía apuestas tú? ¿Con cuál te identificas más?
Si te ha gustado, comparte. Estaríamos encantados de que hicieses llegar a tus contactos en Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn estos artículos que escribimos con rigor y pasión.
¿Necesitas nuestros servicios? En AYMA podemos asesorarte y dar forma a tus ideas. Confiamos en tu negocio tanto como tú lo haces.