
19 May
Combustibles alternativos a la gasolina y al diésel
Tengas o no tengas vehículo, seguro que te son familiares los conceptos de la gasolina y el diésel o gasoil. Son los combustibles más habituales en nuestro día a día para nuestro principal medio de transporte, pero no los únicos. La sociedad avanza y la tecnología también, a un ritmo imparable. Por eso hay combustibles alternativos a estos dos tradicionales y cada vez gozan de mayor popularidad entre los usuarios. ¿Cuánto sabes sobre ellos?
Empecemos diferenciando los combustibles fósiles de los alternativos. Los fósiles son una fuente de energía que procede de la descomposición de materia orgánica de animales, plantas y microorganismos, y cuyo proceso de transformación tarda millones de años. Se clasifican en tres tipos –petróleo, carbón y gas natural–, y según las Naciones Unidas comprenden el ochenta por ciento de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial.
Los combustibles alternativos son aquellos combustibles o fuentes de energía que sustituyen completa o parcialmente a los combustibles fósiles clásicos según la directiva 2014/94/UE. Se consideran combustibles de este tipo los siguientes: la electricidad, el hidrógeno, los combustibles sintéticos y parafínicos, y el gas natural, en forma gaseosa de GNC (gas natural comprimido) o en forma licuada de GNL (gas natural licuado), así como también el GLP (gas licuado del petróleo).
«La sociedad avanza y la tecnología también, a un ritmo imparable. Por eso hay combustibles alternativos a estos dos tradicionales y cada vez gozan de mayor popularidad entre los usuarios. ¿Cuánto sabes sobre ellos?»
Desde hace años se le ha dado prioridad a los combustibles alternativos en detrimento de los fósiles. En el sector de la automoción hablamos de una revolución, pues pueden ser una pieza clave para la búsqueda de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Hagamos un repaso por los principales combustibles alternativos.
Electricidad
El uso de vehículos eléctricos no para de crecer. La electricidad es el principal combustible que se usa en lugar de la gasolina y los diésel. Las baterías de los coches eléctricos e híbridos enchufables almacenan la energía necesaria para la automoción. Si bien el uso de la electricidad en el transporte no genera contaminación, sí es cierto que esta puede producirse en centrales termoeléctricas que consumen combustibles fósiles. La clave pasa por que sea fabricada en plantas de energía solar y eólica.
Hidrógeno
Pasamos al hidrógeno, una molécula que usada en células de combustible puede generar electricidad o calor. También puede ser quemada en motores de combustión interna. De esta forma, los coches de tracción mecánica funcionan con un motor alimentado con un combustible que contiene hidrógeno, el cual se combina con oxígeno y con otras sustancias. En el caso de las baterías con células de combustible, estas alimentan un motor eléctrico encargado de la tracción.
La utilización del hidrógeno para combustión brinda la ventaja de generar cero emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, tiene la desventaja de que exige gran cantidad de energía para producirlo porque no se encuentra libre de forma natural. Además, su coste de producción es muy elevado.
Biocarburantes
Algunos de los combustibles que más están creciendo son biocarburantes. Son combustibles que pueden ser tanto líquidos como gasesos y se producen a partir de biomasa. ¿Qué es esto? Una fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos procedentes de la agricultura, de la silvicultura y de las industrias conexas, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales. Los principales biocarburantes son el bioetanol, el biodiésel y el hidrobiodiésel.
Combustibles sintéticos
Existen también combustibles sintéticos. Estos implican procesos industriales donde se captura el CO2 y, con la ayuda de electricidad, se produce gasolina, diésel y un sustituto del gas natural. También son conocidos como combustibles neutros. Durante su elaboración no se emite apenas contaminación al medio ambiente, pero sí es cierto que los niveles de emisión de CO2 de los vehículos que usan estos carburantes son parecidos a los de los que usan combustibles fósiles.
Gas natural
Cerramos con el gas natural, que, si bien es combustible fósil, puede considerarse alternativo por la baja emisión de CO2 que tiene. Este gas es el metano que podemos encontrar en la corteza terrestre y que se extrae de pozos gasíferos o en explotaciones de petróleo. Existen tres tipos de combustibles obtenidos a partir del gas natural: Gas natural comprimido (GNC), Gas natural licuado (GNL) y Gas licuado del petróleo (GLP).
¿Qué te ha parecido el artículo? Los combustibles alternativos arrojan algo de luz a un futuro mejor para el medio ambiente.
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Imagen: Chuttersnap – Unsplash