Apostar por la sostenibilidad: éxito asegurado
En Ayma tenemos una cosa clara: apostar por la sostenibilidad y las energías renovables es un éxito asegurado para una buena estrategia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Somos consultoría, pero también formamos parte de la iniciativa a nivel mundial más importante para la sostenibilidad empresarial: la agenda 2030.
Contar con una sólida estrategia de RSC es sumamente importante y diríamos que imprescindible para triunfar. Puede ayudarnos en la retención del talento o en la generación de empleo, pero también en momentos tan complicados como el que estamos pasando con una crisis sanitaria mundial debido a la Covid-19.
Son muchas las ocasiones en las que podemos leer o escuchar acerca de la Responsabilidad Social Corporativa. Un concepto relativamente nuevo, pero que ha cobrado mucha importancia ante el auge de la sostenibilidad ambiental, el empleo eficiente de los recursos naturales y el desarrollo sostenible.
Como mero recordatorio, digamos que la RSC es la forma en la que todas las empresas dirigen sus procesos y relaciones con los stakeholders –clientes, empleados, proveedores, accionistas…– siguiendo unos criterios tanto éticos como sostenibles. Hay que dar un pasito más y no quedarnos con adaptar los procesos empresariales y relaciones a la legislación vigente, debemos hablar de la RSC como un valor que las organizaciones adquieren como propio.
Un valor íntimamente ligado a aspectos económicos, sociales y ambientales. Por poner algunos ejemplos, abarca desde la protección de la salud y el bienestar de los trabajadores hasta el respeto por el medioambiente o la lucha contra el fraude y la corrupción.
Además, la RSC consiste en un conjunto acciones de cumplimiento obligatorio, pero cuya importancia radica en ir más allá del cumplimiento de las normas impuestas por la legislación e implantar acciones voluntarias que puedan cambiar la sociedad y el planeta.
Hablamos mucho de Responsabilidad Social Corporativa, pero ¿qué pasa con la sostenibilidad? Casi podríamos tratarlos como conceptos sinónimos. La reforma del Código de Buen Gobierno de Sociedades Cotizadas de la CNMV ocurrida a finales de junio de 2020 abandona el término RSC para sustituirlo directamente por el de sostenibilidad. Para la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la RSC ha dejado de ser una figura relevante, dando mayor importancia a la expresión sostenibilidad. Con esto no queremos decir que haya desaparecido el concepto de Responsabilidad social Corporativa, más bien se ha transformado.
«No lo dudes y di sí al cambio. Busquemos un mundo mejor y más sostenible. Ganará tu empresa, ganará el planeta»
Beneficios de apostar por la sostenibilidad en tu empresa
- Captación de clientes. Apostar por la sostenibilidad propicia generar un aspecto muy positivo. Cada vez son más los consumidores que tienen en cuenta esto como criterio selectivo a la hora de decidir a quién comprar.
- Mejora imagen corporativa. Las acciones de RSC conllevan una mejor reputación. Esto hace que en general se puedan tener mejores relaciones con otras empresas e incluso internacionalizar tu marca en países donde la cultura de la RSC está fuertemente instaurada.
- Reducción de costes. No olvidemos que ser sostenibles implica también la reducción de costes en algunos procesos. Por ejemplo en la producción de energía. Apostar por el autoconsumo voltaico no solo contribuye a la protección del medioambiente, también reduce tus costes energéticos.
La apuesta por las energías renovables en tu estrategia de RSC
El acceso a las energías renovables cada vez es más asequible y muchas empresas se están sumando a la apuesta por estas energías. Además, estamos ante uno de los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU con el objetivo de cumplir con la denominada Agenda 2030.
El de la energía renovable es un campo por desarrollar, porque se está estudiando y evoluciona por días. Hoy por hoy, la energía solar es la más popular en el entramado empresarial. Pero no es la única, ¿qué sabes de la geotermia? Porque puede ser la energía del futuro. Además, si te interesa el tema de las energías renovables puedes echar un vistazo a este artículo de nuestro blog, en el que te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué te ha parecido el artículo? No lo dudes y di sí al cambio. Busquemos un mundo mejor y más sostenible. Ganará tu empresa, ganará el planeta.
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→ En AYMA seguiremos apostando por el Pacto Mundial y sumaremos esfuerzos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Puedes descargar aquí nuestro informe de progreso para más información.
Reactores de sales fundidas y torio: la respuesta a la energía nuclear
La energía nuclear siempre está en el punto de mira de un debate que surge ante la necesidad de perfilar unas necesidades energéticas que satisfagan la demanda minimizando las emisiones de gases de efecto invernadero. Son varias las naciones como España o Alemania que han programado el apagón de las centrales nucleares. Sin embargo, son otras tantas las que consideran este tipo de energía como una pieza en su sistema energético. Hablamos de países como China, Estados Unidos, Francia o India. ¿Cómo evoluciona la energía nuclear? En este artículo hablamos sobre los reactores de sales fundidas y torio.
Hay que tener presente que las energías renovables son, sin lugar a dudas, el principal desafío al que se enfrenta el mundo. Los países que han optado por apagar las centrales nucleares quieren resolver sus problemas recurriendo a las renovables, pero otras naciones como Estados Unidos y China –primera y tercera nación con más reactores nucleares del planeta– defienden un modelo con las renovables como protagonistas, pero respaldadas por la nuclear.
China apuesta fuerte por la energía nuclear y es más que posible que dentro de no demasiados años sea potencia mundial en el sector. Pero el gigante asiático no solo se limita al desarrollo de centrales nucleares. Destina muchos recursos económicos, técnicos y científicos al desarrollo de reactores de cuarta generación. Este reactor busca alcanzar la máxima sostenibilidad posible, de manera que el combustible se aproveche al máximo para producir energía, se minimice la cantidad de residuos radiactivos resultantes del proceso y su gestión sea lo más eficiente posible.
La gran potencia asiática está cerca de iniciar las pruebas de un reactor nuclear experimental de sales fundidas, que utilizará como combustible principal el torio, un elemento químico más abundante en la Tierra que el uranio y que permite hacer instalaciones mucho más seguras.
«Los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares, pues utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor»
«Lo que lo hace atractivo es que hay entre tres y cuatro veces más torio que uranio en la Tierra. Esto no significa que el uranio se nos vaya a acabar ya. Según NEA, que es la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), tenemos reservas al precio actual y sosteniendo el consumo actual para ciento treinta y cinco años. Es posible que tengamos más reservas a precios más altos, y también que se descubran nuevas reservas en otros lugares, por lo que durante las próximas décadas no se nos va a acabar el uranio», explica Alfredo García –@OperadorNuclear en Twitter– en un artículo publicado por Xataka.
«El torio es tan fácil de extraer como el uranio, pero tiene el inconveniente de que no es directamente fisible. Es necesario introducirlo en un reactor que fabrique uranio a partir de torio, y lo que produce no es uranio-235, sino uranio-233, pero lo importante es que es fisible. Una vez que se ha producido este uranio se puede introducir en un reactor convencional como los que tenemos en España, que no podría funcionar con torio, pero sí con un derivado de ese elemento. India está trabajando mucho con este recurso porque está construyendo nuevas centrales nucleares, y, además, tiene unas reservas enormes de torio. China también tiene unos depósitos de torio importantes», sostiene Alfredo.
TMSR-LF1 es el nombre técnico que recibe el reactor nuclear experimental de sales fundidas que está muy próximo a funcionar y se encuentra en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, al norte de China. Tiene una potencia de dos megavatios térmicos (MWt), y, aunque no será el primer reactor nuclear de cuarta generación en actividad, y tampoco el primero que utilizará torio como combustible, sí será el primero de sales fundidas que empleará este elemento químico.
Según los expertos, los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación. ¿Cuál es el motivo? Una de las razones es que utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor. La otra es una razón arquitectónica, pudiendo instalarse bajo tierra e incrementando su seguridad.
Por otro lado, permiten recargar el combustible estando en funcionamiento. Además, no necesitan agua para mantener el núcleo refrigerado, lo que posibilita que sean instalados en regiones en las que el agua escasea, o en zonas en las que no hay un río y tampoco están próximas al mar.
¿Tienen más ventajas? Sin duda. Generan residuos radiactivos con un periodo de semidesintegración mucho más corto que el de los residuos de los reacotres que emplean uranio. Esto facilita la gestión. Además, los reactores de sales fundidas usan menos combustible, ya que la eficiencia del torio es mucho más elevada que la del uranio.
Cabe recordar que no hay ningún reactor de este tipo aún puesto en marcha, por lo que aún se debe demostrar de forma práctica lo que sugiere la teoría. Si realmente funciona como se espera, la energía nuclear puede vivir una segunda juventud y ser más segura, eficiente y respetuosa con el medioambiente.
¿Qué te ha parecido el artículo? La energía nuclear sigue dando que hablar y evoluciona hacia un camino más seguro, sostenible y eficiente.
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España en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Son muchas las ocasiones en las que hemos hablado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Incluso compartimos en el blog nuestro Informe de Progreso 2020 en el que se hacía especial hincapié en estos objetivos. En Pacto Mundial se ha publicado el Informe sobre Desarrollo Sostenible 2021, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible. Este ha situado a España en el puesto número veinte de ciento sesenta y cinco países. ¿Cuál es el balance?
El último informe fue elaborado en 2018. Desde entonces, España ha subido varios puestos hasta situarse en el vigésimo, superando a otras naciones europeas como Portugal, Italia, Grecia, Malta o Hungría, pero detrás de Francia, Croacia o Reino Unido, en una clasificación liderada por Finlandia, Suecia y Dinamarca.
Este Informe sobre Desarrollo Sostenible 2021 elabora esta clasificación denominada Índice ODS, en la que se muestran los avances realizados por todos los países hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Haciendo un resumen breve podemos destacar a nivel global los siguientes puntos:
- La pandemia ha hecho que por primera vez desde que se lanzase la Agenda 2030 se paralicen los avances en los ODS.
- Los países en desarrollo necesitan mayores facilidades fiscales para llevar a cabo acciones de recuperación.
- La pandemia refuerza la Agenda 2030 como guía de consenso internacional para una recuperación inclusiva y sostenible global, que implica mantener y reforzar los compromisos con los ODS para acelerar las transformaciones necesarias.
- La llamada ‘Década de Acción’ –periodo de diez años para llegar al plazo de consecución de los ODS– requiere de un sistema multilateral fuerte, por lo que se deben afrontar los efectos negativos (spillovers) internacionales, como las cadenas de suministro insostenibles o las emisiones de gases derivados de las importaciones.
«En el ranking europeo de desarrollo sostenible, España supera a naciones como Portugal, Italia, Grecia, Malta o Hungría, pero está detrás de Francia, Croacia o Reino Unido. La clasificación está liderada por Finlandia, Suecia y Dinamarca»
Y España, ¿en qué punto se encuentra? En esta clasificación que hemos citado anteriormente los mejores resultados corresponden al ODS 1 –pobreza cero–, al ODS 3 –salud y bienestar–, al ODS 4 –educación de calidad– y al ODS 7 –energía asequible y no contaminante–. Hay otros ODS como la prevalencia de la obesidad, los desajustes en la alimentación y las emisiones de dióxido de carbono que siguen muy presentes. No obstante, el número de indicadores en estado crítico se reduce de forma considerable de siete en 2019 a tres en 2021.
El informe también hace referencia a analizar tendencias. ¿Vamos por buen camino? Digamos que tenemos resultados mixtos. El desarrollo es positivo en los ODS 1 y ODS 5 –Igualdad de género–, que se encaminan a su consecución. La parte menos positiva es que España duplica los ODS en los que se estanca. Esto afecta principalmente a la reducción de las desigualdades (ODS 10) y a la vida submarina (ODS 14). Finalmente, en el ODS 15 –Ecosistemas terrestres– se ha sufrido la mayor regresión
En relación con 2020, los cambios de este informe muestran pequeños matices y ligeras mejoras. Eso sí, desde 2017 los avances y mejoras eran muy destacables y ahora quedan condicionados a la salida y recuperación del país tras la crisis sanitaria global que vivimos.
Además, el informe incluye un análisis de los esfuerzos gubernamentales en relación con la aplicación de los ODS. El caso español muestra el fuerte compromiso gubernamental con la Agenda 2030, habiéndose sometido dos veces –en 2018 y 2021– a los exámenes de Naciones Unidas y habiendo establecido estructuras específicas y estrategias para incorporar de manera transversal esta temática en las actividades públicas.
Las empresas españolas en los ODS
InfoJobs ha ofrecido también datos de un informe sobre la implementación de los los ODS en las empresas de España. Los resultados no son muy positivos, ya que se aprecia un problema muy grave en torno al conocimiento que estas compañías tienen de estos famosos objetivos.
Hasta el treinta y seis por ciento de las empresas en España afirma no estar familiarizada con los ODS, y un treinta y cinco por ciento señala haber oído hablar de estos, pero no tener un conocimiento profundo de lo que implican. De hecho, solo un trece por ciento de las compañías afirma estar al día con los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible diseñados por la ONU. Finalmente, un dieciséis por ciento dice haberse informado sobre ellos en algún momento o haber recibido información en profundidad.
«Los resultados obtenidos a través de este informe urgen a poner en marcha nuevas vías para hacer llegar a las empresas la importancia de la adopción de los ODS como una parte trascendental de su negocio», explica Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
¿Qué te ha parecido el artículo? Los ODS siguen siendo desconocidos para muchos, pero aplicarlos es muy sencillo. ¿Te apuntas a ello?
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La importancia de la RSC en la búsqueda de empleo
Cuando te tienes que poner a buscar empleo, ¿qué sueles tener en cuenta? Imaginamos que miras que sea un puesto que te gusta, el horario y la conciliación familiar o incluso el sueldo. ¿Te has preguntado alguna vez por la RSC para fijarte en una empresa a la que pedir empleo? Si la respuesta es sí, te decimos que es lo más habitual. Así lo afirma la Guía HAYS 2021.
Según la citada publicación, el veintisiete por ciento de los jóvenes afirma que siempre –sí, sí, has leído bien, siempre– tienen en cuenta las políticas de RSC de las empresas cuando se ponen a buscar empleo. El cuarenta y dos por ciento asegura que tiene en cuenta estos aspectos algunas veces. El veintidós por ciento dice que rara vez y solo el diez por ciento restante no lo valora nunca.
Está claro que las nuevas generaciones se encuentran bastante involucradas con las causas sociales y medioambientales, de ahí que exijan a las empresas en las que trabajan que se alineen con estos valores. Dicho de otro modo, las políticas de Responsabilidad Social Corporativa funcionan como un elemento de atracción y retención del talento joven. El mismo estudio refleja que el ochenta y un por ciento de los empresarios españoles cree que las políticas de RSC son un factor importante para atraer talento, y un treinta por ciento de estos cree que son imprescindibles.
«Las políticas de Responsabilidad Social Corporativa funcionan como un elemento de atracción y retención del talento joven»
Los trabajadores más jóvenes fueron preguntados por cinco aspectos que considerasen importantes a la hora de elegir una empresa para solicitar un empleo. De estos, tres pertenecían a la disciplina de la RSC. En concreto, la reputación de la empresa es el aspecto que más tienen en cuenta con un cincuenta y dos por ciento de las respuestas, seguido de la cultura de la empresa (cuarenta y un por ciento) y los valores de esta (treinta y cinco por ciento).
«Luego empiezan a preocupar otras cosas como el reconocimiento, el ambiente y la autoestima. Aquí es donde se encuentra la RSC, que es un aspecto complementario que cada vez va a más, también debido a que las nuevas generaciones son más susceptibles a las cuestiones sociales», ha explicado el director de People & Culture en HAYS España, Fernando Calvo, en declaraciones recogidas por EuropaPress.
¿Puede ser la política de RSC de una empresa la causa por la que dejar un empleo? Sin duda, sí. Así lo afirma la publicación de HAYS, que indica que de estas generaciones jóvenes, el veinte por ciento ha dejado su puesto de trabajo en el último año sin tener otras opciones confirmadas. ¿Sus causas? El treinta y dos por ciento alude a malas condiciones laborales, el veintisiete por ciento al mal ambiente laboral y el veinticinco por ciento al descontento con la filosofía empresarial.
Es interesante destacar que la relación entre los valores de las empresas y las de los propios jóvenes está por encima de otros factores como la insatisfacción salarial (veintitrés por ciento) o no tener posibilidad de crecimiento ni desarrollo (veintiún por ciento). «Todo ello tiene que ver con el salario emocional, que es tan importante como el salario físico», ha apuntado Calvo.
El estudio también revela que el cincuenta y cinco por ciento de los trabajadores jóvenes están orgullosos de trabajar en su empresa, siendo el enfoque socialmente responsable de la compañía el quinto motivo por el que se sienten contentos de trabajar en ella.
Por último, el veintidós por ciento de los que han participado en el estudio no se sienten orgullosos, aludiendo a la falta de enfoque socialmente responsable de las empresas como el quinto motivo de esta sensación, con un diecisiete por ciento de las respuestas.
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Qué es lo más importante para ti a la hora de buscar empleo? ¿Consideras la RSC como un factor clave?
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La importancia del agua en la RSC
Ya te hemos hablado en este blog de nuestro Informe del Progreso 2020, donde entre otras cosas hacemos especial hincapié en renovar nuestra apuesta por el Pacto Mundial y alineamos nuestra gestión corporativa con los ODS. Entre esos objetivos está el cuidado del medioambiente y un recurso tan básico y necesario como el agua.
El agua toma cada vez más relevancia en las estrategias de crecimiento empresarial sostenible. Cabe recodar que la responsabilidad social empresarial (RSE) define y propone cómo llevar de forma ética la obtención de sus beneficios financieros facilitando y produciendo bienes y servicios. Hablamos de sus materias primas y la energía necesaria para poder extraer los recursos.
Por otro lado, las empresas son fundamentales para que los ODS se cumplan en 2030. ¿Sabías que para cubrir los diecisiete ODS en 2030 el sector público y el privado deben invertir en todo el mundo entre 1,7 y 3,4 billones de euros? Son datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Una enorme inversión, que genera también cuantiosos beneficios, como la creación de más de trescientos ochenta millones de puestos de trabajo en todo el planeta.
¿Cómo se logra esto? Con un tejido empresarial que apueste por la sostenibilidad. ¿Podemos ser más sostenibles? La respuesta es clara: sí. Si bien la reducción de gases de efecto invernadero siempre ha estado en primer lugar para mitigar el cambio climático junto a la conocida como huella de carbono, en las últimas décadas la huella hídrica ha ido ganando terreno.
«¿Qué sectores se han adaptado mejor a estos cambios? Sin lugar a dudas, el sector turístico ha liderado la concienciación sobre la sostenibilidad y la economía verde»
Con huella hídrica nos referimos al cálculo de toda el agua utilizada en la cadena de suministro de un producto o servicio. No solo el agua que puede incorporarse a determinados productos o servicios; también la que se ha contaminado, la devuelta a otra cuenca o al mar e incluso la evaporada en todos los procesos.
Por eso el agua es cada vez más importante en la RSC. La empresas se han concienciado de la inclusión de la huella hídrica en sus estrategias empresariales. Y es que es importante evaluar la huella hídrica de las empresas para poder desarrollar una eficiente estrategia de agua. Para que nos hagamos una idea, el tratamiento de todas las aguas residuales es un objetivo casi imposible de alcanzar. Actualmente solo se tratan el veinte por ciento de estas.
¿Qué sectores se han adaptado mejor a estos cambios? Sin lugar a dudas, el sector turístico ha liderado la concienciación sobre la sostenibilidad y la economía verde. Así se destaca en este reportaje de We are water Foundation. El sector de la construcción también se ha implicado en lograr edificios de descarga cero de agua y autónomos energéticamente.
Uno de los ejemplos más interesantes en la inclusión de la gestión del agua dentro de la cultura de la sostenibilidad lo tenemos en la iniciativa Hagamos un trato (Let’s Make a Deal), impulsada por la Fundación We are Water, que fue asumida de forma pionera en 2018 por Diamond Resorts.
Son experiencias e iniciativas que nos hacen ver que con una buena estrategia de huella hídrica no solo ahorramos agua, también logramos mejorar la eficiencia, detectar puntos críticos de estrés hídrico o contaminación, y, en consecuencia, fomentar el liderazgo y el valor de la marca entre sus clientes, proveedores y colaboradores. Es decir, lograr beneficios tanto financieros como medioambientales.
¿Qué te ha parecido el artículo? El agua es importante para todos y para todo. Debe ser vital en tu estrategia de RSC. Si necesitas asesoramiento puedes contactar con AYMA Mining. ¡Estamos para ayudarte!
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La neutralidad de carbono, ¿una utopía?
El planeta no para de pedir ayuda a gritos. Lo hace con llamadas como el cambio climático, por ejemplo. Una forma de pedir socorro a los seres humanos. Y es que si no hacemos algo, el mundo tal y como lo conocemos dejará de existir y morirá asfixiado. Son muchas las empresas que hablan de ser neutras en carbono en su afán por ayudar al medioambiente. Sin embargo, ¿tenemos claro qué significa esto? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre la neutralidad de carbono. No dejes de leer.
Empecemos por lo básico, definir el concepto. Según el Parlamento Europeo, se consigue ser neutro en emisiones de gases de efecto invernadero cuando se emite a la atmósfera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que se retira por distintas vías. Es sencillo entonces precisar que la neutralidad se alcanza cuando el resultado de restar a las emisiones brutas producidas las emisiones absorbidas o compensadas es cero.
Cuantas menos emisiones tenga un país, una empresa o un sector, y más reduzca esas emisiones, más cerca está de alcanzar el objetivo. Fácil, ¿Verdad? Este equilibrio se puede alcanzar a través de diferentes vías. Sin embargo, la más apropiada es no emitir más dióxido de carbono del que pueden absorber de forma natural los bosques y plantas del planeta. Estos funcionan como sumideros de carbono gracias al proceso de fotosíntesis. Es decir, asimilan el dióxido de carbono presente en la atmósfera para transformarlo en oxígeno.
¿Qué pasa si no somos capaces de llegar a esa neutralidad? Veamos. El dióxido de carbono junto a otros gases de efecto invernadero (GEI) atrapan la radiación solar y recalientan la superficie terrestre. Esto hace que aparezcan los temidos efectos del calentamiento global, que ya se nota, pero pueden notarse aún más en las próximas décadas. Hablamos de subida del nivel del mar, pérdida de biodiversidad, deshielo de glaciares, etcétera. Una catástrofe.
«Tal como recoge el Pacto Verde de la Unión Europea, hoy existen tres grandes vías de acción para alcanzar la huella de carbono cero: reducir las emisiones, compensarlas o secuestrar carbono»
En un mensaje lanzado a finales de 2020, el secretario general de la ONU, António Guterres, fijaba las claves para alcanzar la neutralidad climática. Echemos un vistazo:
- En primer lugar, debemos construir una verdadera coalición mundial en pro de la neutralidad en carbono para 2050. La Unión Europea se ha comprometido a hacerlo, al igual que el Reino Unido, Japón, la República de Corea y más de 110 países. También el gobierno entrante de los Estados Unidos. China se ha comprometido a alcanzar ese objetivo antes de 2060.
- En segundo lugar, debemos alinear las finanzas mundiales con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el plan mundial para un futuro mejor.
- En tercer lugar, debemos lograr un avance decisivo en materia de adaptación y resiliencia para ayudar a quienes ya se enfrentan a los graves efectos del cambio climático. La ayuda que prestamos hoy no es suficiente: la adaptación representa apenas el veinte por ciento de la financiación para el clima. Ello dificulta nuestros esfuerzos para reducir el riesgo de desastres. Tampoco es inteligente: cada dólar invertido en medidas de adaptación podría producir casi cuatro dólares en beneficios. La adaptación y la resiliencia revisten especial urgencia en los pequeños Estados insulares en desarrollo, para los cuales el cambio climático es una amenaza existencial.
¿Actuamos? Tal como recoge el Pacto Verde de la Unión Europea, hoy existen tres grandes vías de acción para alcanzar la huella de carbono cero: reducir las emisiones, compensarlas o secuestrar carbono.
Reducción. Todo lo que no generemos nunca tendrá que ser retirado de la atmósfera ni contribuirá de ninguna manera al cambio climático.
Compensación. Muchas actividades no pueden llevarse a cabo sin combustibles fósiles. En estos casos, se trabaja por hacerlas más eficientes y por compensar lo emitido mediante acciones como reforestar, restaurar tierras degradadas o invertir en energías renovables.
Secuestro. Mediante diferentes tecnologías, es posible capturar el carbono de la atmósfera y almacenarlo en formaciones geológicas, como antiguos depósitos de gas, o en los océanos. Hoy por hoy, son tecnologías costosas y poco utilizadas, aunque según la Agencia Internacional de la Energía, las capacidades de captura de carbono se multiplicarán durante la próxima década.
Finalmente hablamos de dos conceptos que no se suelen escuchar tanto. Por un lado, el carbono positivo, que significa que una determinada actividad libera más carbono a la atmósfera del que elimina o compensa. Por otro, muy interesante, el carbono negativo. Es decir, que una actividad elimina más dióxido de carbono del que emite. Empresas como Microsoft ya han anunciado que serán negativas en carbono en 2030.
¿Qué te ha parecido el artículo? Y tú, ¿qué puedes hacer para ayudar a llegar a la neutralidad en carbono? Cada granito de arena cuenta.
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El hidrógeno como combustible, ¿cuánto sabes?
Vas a la gasolinera y pides que te llenen el depósito de gasolina o gasóleo. ¿Cuántas veces has podido repetir esta operación? Quizá no te quede demasiado tiempo leyendo estos nombres, porque las tendencias derivan hacia otro tipo de combustibles sostenibles como la electricidad o el hidrógeno. ¿Sabías que el hidrógeno es una de las principales alternativas verdes a los combustibles fósiles? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este elemento.
«Está naciendo un nuevo sistema energético que tiene el potencial de remodelar radicalmente la civilización. El hidrógeno es el elemento más básico y ubicuo del universo. Es el material de las estrellas y de nuestro Sol, y cuando se aproveche adecuadamente será el combustible eterno». Son palabras del sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin en su libro La economía del hidrógeno.
Se escribió hace dos décadas y lo cierto es que por el momento no se ha hecho realidad. No obstante, Europa quiere soñar con ese combustible infinito, que no produzca emisiones y cuyo residuo sea solo el vapor de agua. ¿Será posible? Puede almacenarse en estado gaseoso o líquido y distribuirse a través de gasoductos, pudiendo ser un sustituto del gas natural, y no emite gases de efecto invernadero en su combustión.
¿Qué es el hidrógeno?
Vayamos por partes. ¿Qué es el hidrógeno? Es uno de los elementos más comunes de la naturaleza y el primero de la tabla periódica. Se puede encontrar en el setenta y cinco por ciento de la materia del universo y normalmente como gas. Es limpio y seguro además de insípido, incoloro e inodoro. Sin embargo, el hidrógeno no es una fuente de energía primaria, como puede ser el petróleo. Este gas debe ser producido para que se convierta en combustible.
Estamos ante un posible aliado de la movilidad sostenible de los coches del planeta, pero también de otro tipo de transportes como los camiones, todo tipo de vehículos de carga, trenes, barcos, etcétera. Además, ¿sabías que es uno de los combustibles principales de los cohetes que lanza la NASA?
También se puede utilizar para producir electricidad. ¿Cómo es posible? Bien, digamos que este compuesto necesita una pila de combustible en la que se junta el propio hidrógeno del depósito con el oxígeno del aire, produciendo agua y electricidad, que puede ser usada en multitud de sectores.
¿Cómo conseguir hidrógeno?
El principal problema de este material es que conseguirlo es francamente complejo. Lo más normal sería separarlo del agua, ya que es una sustancia que está presente de forma masiva en la Tierra, pero para ello se debe someter a un proceso llamado electrólisis. Este consiste en la descomposición de las moléculas de agua para obtener hidrógeno, un proceso costoso para el que se necesita mucha energía eléctrica –que en la mayoría de los casos no procede de fuentes renovables– para alimentar los electrolizadores.
Todo esto ha hecho que tengamos diferentes tipos de hidrógeno en función de su sostenibilidad. Veamos. Tenemos el gris, que es el más utilizado en la actualidad. Se usa en la industria química e incluso en grandes refinerías de petróleo. Es, sin duda, el que menos respeta el medioambiente, porque para su generación requiere de combustibles fósiles.
«El hidrógeno limpio podría cubrir el veinticuatro por ciento de la demanda mundial de energía de aquí a 2050, con unas ventas anuales de seiscientos treinta mil millones euros»
Por otro lado está el hidrógeno azul, también conocido como bajo en carbono. Este también requiere de esos combustibles fósiles, aunque emite menos carbono al ser retirado con un método de captura y almacenamiento. Finalmente está el verde, que se produce al cien por cien a partir de energías renovables, pero es el menos común en el mercado.
Según se explica en un reportaje de El País, el noventa y cinco por ciento de los ciento veinte millones de toneladas de hidrógeno que se producen ahora mismo en el planeta se generan a partir de combustibles fósiles. Este hidrógeno produce entre nueve y once toneladas de dióxido de carbono por cada kilo obtenido –entre setenta y cien millones de toneladas de dióxido de carbono solo en la Unión Europea–. Fundamentalmente se utiliza en el refino de petróleo y en la fabricación de fertilizantes a base de amoniaco.
Sabemos que la Unión Europea quiere ser neutra en emisiones en 2050 y por ello los países miembros han incentivado la producción de hidrógeno azul y verde, sobre todo este último. Se puede comprimir y transportar, además de licuar y almacenar durante semanas o incluso meses.
El problema lo analiza The Economist, que explica que el hidrógeno sigue siendo electricidad y muy cara. El verde se produce a precios que pueden alcanzar los 7,30 euros el kilo y normalmente no bajan de cuatro euros. Es decir, no es competitivo. Tiene lógica, al no ser un combustible primario, ya que se produce a partir de otro elemento, con abrumadoras pérdidas de energía durante el proceso, y su transporte es muy costoso.
El futuro del hidrógeno en Europa
Pongamos algo de luz al tema. La industria ha diseñado a nivel global más de doscientos grandes proyectos, la mayoría en Europa, y todos los gobiernos del mundo han comprometido cincuenta y siete mil millones de euros en fondos públicos para estimular sus industrias en el año de la pandemia.
Las inversiones acumuladas en hidrógeno renovable en Europa podrían alcanzar entre ciento ochenta mil y cuatrocientos setenta mil millones hasta 2050, con un millón de personas empleadas directa o indirectamente en el sector. El hidrógeno limpio podría cubrir el veinticuatro por ciento de la demanda mundial de energía de aquí a 2050, con unas ventas anuales de seiscientos treinta mil millones euros.
¿Qué te ha parecido el artículo? Bienvenido a un mundo más sostenible. Entre todos debemos aportar soluciones para cuidar el medioambiente.
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Tipología de reciclaje, todo lo que necesitas saber
En AYMA Mining apostamos por el cumplimiento de los ODS y por la sostenibilidad. Para ello creamos la marca AYMA RSC, Responsable y Sostenible. Para ayudar al medio ambiente es vital llevar a cabo la regla de las tres R. ¿La conoces? Es aquella que nos invita a Reducir, Reutilizar y Reciclar. En este artículo vamos a enfocarnos en la última de ellas. ¿Cuántos tipos de reciclaje conoces? No pierdas detalle, que te lo contamos todo.
La importancia del reciclaje es ampliamente conocida para la conservación de la naturaleza. Gracias a este no solo ahorramos energía; también evitamos que se exploten los recursos naturales, reducimos la contaminación, etcétera. Gracias al procesamiento y la transformación de los desechos que generamos en el día a día podemos obtener nuevas materias primas para ser reutilizadas en los procesos de fabricación.
Una vez vistos los beneficios del reciclaje, vamos a profundizar en su tipología. Empecemos con el listado.
Reciclaje químico
Es un tipo de reciclaje que utiliza técnicas para cambiar la estructura química del material a reciclar. Digamos que el objetivo es descomponer en polímero para obtener monómeros. Disoluciones, hidrólisis e hidrogeneración, entre otras, son las técnicas más empleadas en esta tipología.
Reciclaje mecánico
Aquí se meten técnicas y procesos que incluyen trabajo manual o ayudado por máquinas. Se utiliza mucho en la clasificación de residuos que están mezclados, así como en el reciclaje de plástico.
Reciclaje por residuo
En este tipo se busca una degradación total de la materia orgánica, ya sea en presencia o en ausencia de oxígeno. Se puede emplear con la materia orgánica previamente separada o sin separar, aunque en este último caso se debe complementar con procesos mecánicos.
Reciclaje energético
Se utiliza este tipo de reciclaje en materiales cuyo fin es el aprovechamiento energético y cuyos residuos no pueden ser clasificados y recuperado, por lo que, debido a esta imposibilidad técnica o económica, se aprovechan de este modo. Un ejemplo de estos son la incineración de residuos, pirólisis y gasificación.
Tipos de reciclajes por material
A continuación vamos a analizar los reciclajes según sea el material de residuo. Vamos, que seguimos.
Reciclaje de papel y cartón
Una vez recogido se lleva a una planta en la que se mezclan con agua. Se añaden aditivos que otorgan resistencia y blancura, y se retira la tinta, grapas, etc.
Reciclaje de plástico
El reciclaje de plástico se puede realizar de dos maneras:
- Mecánico: Consiste en recoger el plástico, limpiarlo, molerlo o trocearlo, lavarlo de nuevo y enfardarlo.
- Químico: Consiste en degradar el plástico para conseguir moléculas simples mediante estos métodos:
- Pirólisis: Altas temperaturas en ausencia de oxígeno.
- Hidrogenación: Altas temperaturas en presencia de hidrógeno.
- Gasificación: Convierte el plástico en combustible en presencia de oxígeno o hidrógeno.
- Craqueo: Altas temperaturas y catalizador.
Reciclaje de vidrio
Es importante precisar que el vidrio puede ser siempre reciclado, pues no pierde sus características y propiedades. Al llegar a la fábrica se separa por color, se quita material como etiquetas y tapones y finalmente se tritura y se convierte en polvo. Así se somete a altas temperaturas y se mezcla con arena, hidróxido de sodio y caliza.
Reciclaje de pilas y baterías
Son muy contaminantes y peligrosas, ya que contienen metales pesados. Mediante un proceso mecánico se realiza una trituración refrigerada, a continuación, se lava con agua y pasa por una mesa vibratoria la cual se encarga de separar los metales férreos, no férreos, plástico, papel y polvo de pilas.
Convertido en este polvo sufre un proceso hidrometalúrgico para recuperar los componentes con ayuda de otros reactivos.
Reciclaje de agua
Quizá no lo sabías, pero el agua también se recicla. Todo el agua que pasa por nuestros desagües sufre una serie de tratamientos físico-químicos y biológicos que ayudarán a su limpieza.
Para su reciclaje se retiran los residuos sólidos y se trata con reactivos químicos para eliminar los sólidos que por su pequeño tamaño no han podido ser eliminados anteriormente. El siguiente paso es introducir bacterias que conviertan la materia orgánica disuelta en el agua en flóculos, para ser separados por decantación. Como penúltimo paso se aplica un tratamiento químico para eliminar del agua los restos de fosfatos, virus y gérmenes. Finalmente se desinfecta para prepararla para uso y consumo.
Reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos
La mayoría de estos reciben un tratamiento mecánico en el cual se separan los diferentes materiales para clasificarlos y valorizarlos.
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Chatarra electrónica, un problema de todos
¿Sabrías decirnos cuántos teléfonos móviles has tenido? ¿Y ordenadores? ¿Cámaras de fotos? ¿Lavadoras? ¿Qué has hecho con ellos cuando ya no te han servido? La Organización de Naciones Unidas ha advertido que se generan en la actualidad cincuenta y tres millones de toneladas de residuos electrónicos y que para el año 2050 esta cantidad se puede duplicar, como poco. Es un dato extraído del informe titulado The Global E-Waste Monitor.
No hay dudas. La basura electrónica es un enorme problema medioambiental y no tiene una fácil solución. Día a día aumenta el uso de dispositivos electrónicos. Su reciclaje, lamentablemente, no avanza igual de rápido. La realidad es que son pocos los aparatos que se reparan y vuelven a utilizarse.
«Cuando un dispositivo deja de funcionar, es frecuente que lo primero que hagamos sea dejarlo en un cajón, llevarlo a un punto limpio o, en el peor de los casos, tirarlo a la basura. Pero antes de llegar a estas soluciones tendríamos que confirmar si realmente no podemos prolongar su vida o aprovechar alguna de sus piezas mediante la reparación o el reacondicionamiento», expresa Blanca Marín Zofío, brand manager de Back Market, el primer mercado de aparatos y dispositivos electrónicos renovados, en declaraciones recogidas por Sur.
«España es uno de los países europeos que más fomentan la reutilización de aparatos electrónicos. Nuestro país prioriza el reacondicionamiento frente a los procesos de reciclaje»
Desde esa misma plataforma tienen claro que se podrían reutilizar entre el setenta y el noventa por ciento de los residuos electrónicos que producimos con un tratamiento adecuado. «Los resultados del Global E-waste Monitor sugieren que la humanidad no está implementando suficientemente los ODS», apunta David M. Malone, rector de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y subsecretario general de la ONU.
«Se requieren esfuerzos considerablemente mayores para garantizar una producción, consumo y eliminación global más inteligente y sostenible de equipos eléctricos y electrónicos. El informe contribuye enormemente a la sensación de urgencia para dar la vuelta a este peligroso patrón global», añade.
Tenemos claro que reutilizar es mejor que reciclar. No solo alargamos la vida útil de los productos; también ahorramos en recursos y energía, reduciendo así el volumen de basura electrónica. «Reutilizar un ordenador es hasta veinte veces más eficiente desde el punto de vista energético que reciclarlo», apunta Thibaud Hug de Larauze, CEO y cofundador de Back Market.
«Las cantidades de desechos electrónicos están aumentando tres veces más rápido que la población mundial y un trece por ciento más rápido que el PIB mundial durante los últimos cinco años», denuncia Antonis Mavropoulos, presidente de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), en el informe de la ONU.
Es importante destacar que además son muchos los residuos electrónicos que se recogen para ser reciclados y acaban en vertederos ilegales o son tratados para extraer de forma irregular los materiales valiosos que contienen.
Hablamos también de componentes peligrosos como las baterías de iones de litio, el cadmio, el plomo y el mercurio, los productos químicos ignífugos y el ácido corrosivo que se utilizan en su fabricación. Residuos que son tóxicos y que llegan a vertederos sin ser tratados correctamente.
Cada vez hay más países que no pueden gestionar más montañas de residuos. Como dato curioso, también desechan así metales preciosos, que pueden ser cantidades pequeñas de forma individual, pero acumulados la cosa cambia. Por ejemplo, se calcula que el oro de los residuos electrónicos del mundo equivale al once por ciento de la cantidad total que se extrae de este metal cada año.
Hay algo de luz al final del túnel. Y es que España es uno de los países europeos que más fomentan la reutilización de aparatos electrónicos. La ley actual sobre el tratamiento de estos productos en nuestro país prioriza el reacondicionamiento frente a los procesos de reciclaje.
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El papel de los plásticos en los ODS
En multitud de ocasiones hemos hablado en nuestro blog sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este artículo queremos centrarnos en un apartado concreto, el de los plásticos. ¿Sabías que el ochenta por ciento de la basura marina son plásticos? Es un dato extraído de una investigación publicada en Nature Sustainability. Sin embargo, ¿sabías que los plásticos son clave para alcanzar algunos de los afamados ODS? Para ver esto nos centraremos en el estudio realizado por EsPlásticos.
El sector de los plásticos tiene relación directa con nueve ODS y cinco de ellos están dentro del eje medioambiental. Son el de energía asequible y no contaminante (ODS7), ciudades y comunidades sostenibles (ODS11); producción y consumo responsables (ODS12); acción por el clima (ODS13); y vida submarina (ODS14).
Curioso, ¿verdad? Pongamos algunos ejemplos concretos. Los plásticos favorecen la reducción de peso en coches y aviones, con esto disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero (ODS13). Evitan el desperdicio de alimentos (ODS12) y consiguen una alta eficiencia energética en el sector de la construcción permitiendo ahorrar hasta más de 250 veces la energía que se utilizó en la fabricación de edificios y viviendas (ODS11). Gracias a los plásticos también se construyen las palas de los aerogeneradores, paneles fotovoltaicos y sondas de geotermia, haciendo posible el aumento de las energías renovables (ODS7).
«El sector de los plásticos tiene relación directa con nueve ODS y cinco de ellos están dentro del eje medioambiental»
Un dato de especial interés es el que tiene que ver con la vida submarina (ODS14), del que hemos hablado al principio del artículo. A este respecto, ochenta asociaciones de cuarenta y tres países –también las incluidas en EsPlásticos– forman parte desde 2011 de la declaración Marine Litter Solutions, iniciativa internacional que fomenta proyectos para luchar contra los desechos marinos, o de iniciativas como Waste Free Oceans para recoger y reciclar los plásticos de los océanos.
La industria del plástico también ha puesto en marcha el programa Operation Clean Sweep (OCS) para buscar la implantación de buenas prácticas de limpieza y control en aquellas operaciones en las que se utilice plástico. El objetivo es evitar que termine de forma involuntaria en el medioambiente.
Finalmente, en este repaso por los ODS llegamos a los recursos hídricos, que se ven especialmente beneficiados por los plásticos. Gracias a estos se aprovecha mejor el agua con la existencia de tuberías muy eficientes o mediante sistemas de goteo que permiten un ahorro del treinta al sesenta por ciento en comparación con métodos de regadío convencionales, lo que conecta de forma directa tanto con el ODS12 como con el ODS6, Agua limpia y saneamiento.
Economía circular
En España son más de tres mil las empresas que conforman la industria de los plásticos y trabajan para adaptarse a los nuevos cambios que buscan modelos económicos de producción circular. Estos se basan en hacer un uso más eficiente de los recursos y mantenerlos en el ciclo productivo y de consumo el mayor tiempo posible.
De forma más concreta, se trabaja en diversos campos como el ecodiseño, que permite la disminución del impacto de los plásticos en el medioambiente en su ciclo de vida; el uso de materias primas alternativas que vengan del reciclaje, de fuentes biológicas renovables o de la captación y uso del CO2. Y finalmente en la eficiencia en el proceso de fabricación. La idea es llegar al cien por cien de envases reciclados en 2030.
Finalizamos el artículo con un dato esperanzador. El que dice que la cantidad de plástico reciclado aumenta año tras año. Así que la conciencia social avanza en este sentido. Según un artículo de Interempresas, desde 2017 se ha superado el millón de toneladas de plástico reciclado, cuatro veces más que en el año 2000. Además, algunas organizaciones que forman la Circular Plastics Alliance –promovida por la Comisión Europea– tienen el objetivo de incorporar diez millones de toneladas de plásticos reciclados anualmente en los procesos de producción de nuevos productos a partir de 2025 en Europa.
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Pavimento de energía solar, vías sostenibles
Damos un paseo por la ciudad y estamos acostumbrados a ver –cada vez más– placas solares en los techos de casas unifamiliares y edificios. Sin embargo, es menos común bajar la mirada y encontrarlas también en el suelo. Barcelona ha sido la primera ciudad de España en instalar, como prueba piloto, placas solares en el pavimento.
Se ha procedido a instalar unos cincuenta metros cuadrados en la Plaza de las Glòries con el que se generarán aproximadamente 7 560 kWh al año, el consumo anual medio de tres hogares. Con esta medida se pretenden ahorrar 2 722 kg de CO2, según explica el Ayuntamiento de Barcelona.
La propuesta ha resultado ganadora del reto lanzado por la ciudad titulado Pavimentos generadores, con el que se pretendían encontrar soluciones innovadoras para generar energía renovable en las infraestructuras de Barcelona. El concurso fue ganado por el Grupo Sorigué. Según ha anunciado el Ayuntamiento, al concurso se habían presentado siete empresas de nivel nacional e internacional.
«El objetivo es avanzar en el cambio de modelo energético y apostar por la autogeneración y el autoconsumo, para un futuro más sostenible», citan desde el Ayuntamiento. La instalación tendrá una potencia de 9kWp y estará conectada en modo de autoconsumo a un punto de Bicing cercano.
«El objetivo es avanzar en el cambio de modelo energético y apostar por la autogeneración y el autoconsumo, para un futuro más sostenible»
El pavimento se ha fabricado con un vidrio altamente resistente y antideslizante conectado a módulos fotovoltaicos y cableado que verterá la energía a la red general. Además, este suelo mantendrá su función de espacio de tráfico. Con esta iniciativa se responde al objetivo global de ciudad de cambiar el modelo energético para contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, un cincuenta por ciento en el año 2030 respecto a 1992, y para que la ciudad sea neutra en carbono en el año 2050.
Según describe The Guardian, el Ayuntamiento de Barcelona ha contribuido con treinta mil euros para la puesta en marcha del proyecto. La eficacia del mismo –así como el desgaste producido– se verá en unos seis meses. Entonces se valorará si se instala en otros puntos de la ciudad.
Esta idea es pionera en España y sigue la estela de proyectos semejantes como el tramo de veinticinco metros de carril bici instalados en la ciudad holandesa de Utrecht o el de la carretera solar en Normandía, Francia, cubierta con dos mil ochocientos metros cuadrados de paneles solares.
«Tendremos que valorar el desgaste porque obviamente no es lo mismo que poner paneles en un techo, aunque son muy resistentes», dice Eloi Badia, responsable de emergencia climática y transición ecológica del Ayuntamiento de Barcelona. «En cuanto a los beneficios de costos, con un esquema piloto como este es difícil saber aún cuánto más barato sería si se ampliara. Estamos ansiosos por instalar más en los techos y, si este esquema tiene éxito, en el suelo, para alimentar la iluminación y otras instalaciones públicas», concluye Badia.
«Con esta idea se pretende aumentar la capacidad de generar energía sostenible cerca de donde más se necesita, las ciudades»
En España, la mayor parte de la energía solar proviene de explotaciones enormes diseñadas en zonas remotas donde el metro cuadrado de tierra es barato. El problema es que están lejos de los centros de población y con esta idea se pretende aumentar la capacidad de generar energía sostenible cerca de donde más se necesita, las ciudades.
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El amanecer de la cosmética sostenible
Hace diez años, el cambio climático parecía nada más que una palabra que nos enseñaban en clase de biología. ¿Comprendíamos su significado? Sí, al menos lo suficiente como para aprobar un examen. ¿Comprendíamos su verdadera importancia? No mucho. Hoy en día esta palabra es la causa de mucha preocupación. Los asuntos medioambientales constituyen una gran parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Como joven millennial en cuyas manos está aparentemente el destino del planeta, ir de compras se ha convertido en un campo de minas. Al entrar en una tienda, me encuentro con hileras de botellas de plástico destinadas a atormentar al planeta durante los próximos quinientos años. Veo tubos de sérum llenos de aceite de palma, un sacrificio injustificable para esos orangutanes que pierden su hogar por mor de controlar mi pelo rizado. Hay toallitas faciales que un día llegarán a una costa desprevenida como residuos. Todos estos productos se posan en sus estanterías listos para provocar una crisis de conciencia.
Trasladarme del Reino Unido a España me ha hecho entender que este creciente sentido de responsabilidad personal por el medio ambiente es una carga que siente mi generación alrededor del mundo. Y por eso, con la desesperación en los ojos, ahora buscamos empresas de cosmética sostenible y natural.
Os presento a Lush y Freshly, dos marcas internacionales de cosmética ética, una con sede en el Reino Unido y la otra en España. Estas marcas están señalando el camino de cómo una empresa puede ser a la vez socialmente responsable y financieramente exitosa. Para ello, usan esta misma característica como una herramienta de marketing clave para aprovechar un movimiento creciente hacia la compra sostenible.
«Lush y Freshly son dos marcas internacionales de cosmética ética que están señalando el camino de cómo una empresa puede ser a la vez socialmente responsable y financieramente exitosa»
Lush
Desde su fundación en 1995, Lush ha crecido exponencialmente y ahora opera en cuarenta países. Su imagen lúdica, orgánica y creativa utiliza el color y la presentación innovadora para atraer a un público amplio y joven. La empresa siempre ha dado prioridad al medio ambiente, lanzando iniciativas como Lush Re:Fund, que apoya «el diseño regenerativo en lugares de desastre y desplazamiento, la permacultura y la agroecología, y la repoblación forestal y la biodiversidad» (The Big RE:Fund FAQ, 2021). Con estos proyectos, Lush tiene como objetivo ir más allá de la sostenibilidad, reparando el daño que se ha hecho a los sistemas vivos y mejorando nuestra relación con la naturaleza, en lugar de limitarse a mantener la situación actual.
La actitud inventiva de Lush es evidente en el uso de sus envases. Alrededor del setenta por ciento de sus productos son naked (se venden sin ningún tipo de envase) y se anima a los clientes a llevar sus propios envases a las tiendas. Para los productos que sí requieren embalaje, Lush utiliza una selección de botes y botellas reciclados, bolsas de papel y furoshiki (un material reutilizable).
La empresa tiene muchas otras políticas éticas y medioambientales que la distinguen como un brillante ejemplo de responsabilidad social corporativa. Entre ellas, una postura firme contra el testeo en animales y una política que pretende comprar sus ingredientes directamente de los productores. Incluso mantienen un estricto control de su propio consumo de energía, pues utilizan iluminación LED en las tiendas para reducir el consumo a solo el diez por ciento de la mayoría de los comercios, y prohibiendo los vuelos nacionales en el Reino Unido.
«Freshly quiere poner el planeta en primer lugar. Su iniciativa más impresionante es su compromiso de plantar un árbol por cada compra superior a cincuenta euros»
Freshly
Aquí en la soleada España tenemos a Freshly, una empresa fundada en 2016 que cuenta con unas selectas tiendas en Barcelona y Madrid, y un alcance internacional en línea. Como su nombre indica, esta empresa tiene una estética fresca, limpia y luminosa. Ofrece una gama de cosmética natural de la que el noventa y nueve por ciento de sus ingredientes son producidos de forma sostenible y responsable. Es importante destacar que Freshly también dispone de accesorios sostenibles para complementar estos productos cosméticos, como almohadillas de algodón orgánico reutilizables y cepillos de dientes de bambú, animando a sus clientes a romper sus hábitos de consumo y a pensar más en la longevidad de un producto.
Al igual que Lush, Freshly se esfuerza por reducir sus residuos. La empresa utiliza vidrio, aluminio, cartón y madera para garantizar que el noventa y cinco por ciento de sus envases sean reciclables. Un sistema de rellenado en la tienda también ha permitido reducir enormemente la cantidad de envases que crea la empresa.
Freshly ha mantenido los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 en el centro de sus políticas, destacando la importancia de poner el planeta en primer lugar. Su iniciativa más impresionante hasta ahora es su colaboración con WeForest, en la que Freshly se compromete a plantar un árbol por cada compra superior a cincuenta euros. El año pasado esperaban plantar 120 000 árboles más de los que consiguieron en sus primeros cuatro años. Además, a partir de este año Freshly pretende que el cien por cien de la energía utilizada en sus oficinas y tiendas provenga de fuentes renovables.
Lush y Freshly son solo dos ejemplos de empresas que entienden los beneficios financieros de dirigir un negocio de manera sostenible y ética en el clima actual. Sin embargo, ahora que muchos consumidores buscan activamente formas de vivir de manera más ecológica, puede que el sol se esté poniendo sobre las grandes empresas que esperan seguir haciendo lo mínimo. Por el bien de nosotros, los millennials, doy la bienvenida a este amanecer de la cosmética sostenible.
Texto: Lucy Peel (York, Reino Unido)
Los ODS más populares en los medios
No es la primera vez que escribimos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) implantados por la ONU y seguro no será la última. Un estudio titulado Agenda 2030 en los medios de comunicación, realizado por CANVAS, ha analizado los diferentes enfoques que se le dan a los ODS en la prensa. ¿Cuáles son los más populares?
Como titular podríamos destacar que contrariamente a lo que se puede llegar a pensar, los ODS destinados a los movimientos sostenibles y a salvar el medio ambiente superan en popularidad a los más sociales. Así al menos se destaca de este informe, en el que se han analizado más de once mil ochocientas noticias relacionadas con la Agenda 2030 en los medios.
Para la elaboración del informe se han diferenciado tres enfoques. Por un lado, las noticias de carácter político sobre las actuaciones en materia de sostenibilidad por parte de los gobiernos. Por otro, las noticias sobre medioambiente y cambio climático. Y finalmente, piezas centradas en las estrategias de responsabilidad social y sostenibilidad de las empresas privadas.
Los datos hablan por sí mismos. El ODS 13 –Acción por el clima– aglutina el 41’5 por ciento de los impactos mediáticos. Le siguen a bastante distancia los del ODS 3 –Salud y bienestar– con un 26,7 por ciento, algo lógico teniendo en cuenta que estamos en medio de una crisis sanitaria global.
Muy cerquita se encuentran los del ODS 11 –Ciudad y comunidades sostenibles–, con un 24,2 por ciento de las noticias; del ODS 8 –Trabajo decente y crecimiento económico–, con el 22’8 por ciento de los impactos; y los del ODS 7 –Energía asequible y no contaminante–, con el veintidós por ciento de la información.
El informe ha sido realizado con la herramienta Graphext. El objetivo no es otro que el de situar la Agenda 2030 en el entorno de los medios de comunicación y tomar conciencia del verdadero impacto que tienen las decisiones políticas, sociales e individuales, en la consecución de los grandes retos globales de desarrollo sostenible.
«Se debe mejorar la transmisión de las noticias relativas a los ODS, no ampliando la cobertura mediática, sino acercándose más al detalle, a través de historias reales que inspiren y de ejemplos de empresas, ONG, organizaciones y personas»
Los ODS menos populares
Si bien tenemos las buenas noticias de esos Objetivos de Desarrollo Sostenible tan populares, lo cierto es que en la otra cara de la moneda podemos ver cómo otros ODS tienen menos presencia mediática. Un claro ejemplo lo tenemos en el ODS 5 –Igualdad de género–, un campo en el que se ha crecido mucho en España, pero que solo ha supuesto el 11’7 por ciento de la presencia en medios.
Por la cola de los menos populares también están el ODS 1 –Lucha contra la pobreza– (11’8 por ciento de cobertura), el ODS 10 –Reducción de las desigualdades– (11’6 por ciento), el ODS 4 –Educación de calidad– (11’5 por ciento) y el ODS 2 –Hambre 0– (5’2 por ciento).
Los ODS en Twitter
No solo se han tenido en cuenta los impactos en medios tradicionales. También se ha analizado la presencia de los ODS en las redes sociales. Se han recogido más de once mil publicaciones de alrededor de trescientos medios de comunicación en Twitter entre 2019 y 2020.
Es interesante y preocupante que solo el cincuenta y dos por ciento de las noticias relacionadas con la Agenda 2030 difundidas en Twitter por los medios fueran retuiteadas por los usuarios. De estas, las que ganaron en popularidad fueron las relativas a los ODS 3 y 11, Salud y bienestar y Ciudades y comunidades sostenibles, respectivamente.
El informe ha contado también con el análisis de treinta y un expertos, que creen que los ODS con mayor presencia en medios no tienen que ser necesariamente los que generen mayor interés en la población, sino los más relevantes para las empresas o que son más sencillos de medir.
Estos mismos expertos han hecho hincapié en que se debe mejorar la transmisión de las noticias relativas a los ODS, no ampliando la cobertura mediática, sino acercándose más al detalle, a través de historias reales que inspiren y de ejemplos de empresas, ONG, organizaciones y personas.
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¿Qué te ha parecido el artículo? Los ODS son importantes y necesarios para mejorar el futuro de la sociedad y del planeta.
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El futuro de los minerales estratégicos
Cobalto, litio, grafito, aluminio, níquel o incluso las populares tierras raras. Te suenan, ¿verdad? Son minerales estratégicos para un futuro en el que se pretenden instaurar las energías renovables. Indudables protagonistas de la transición energética que está por llegar. Fundamentales para una economía baja en carbono y para que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que tanto hablamos en AYMA. Sin embargo, ¿qué problemas están asociados a estos minerales?
Tras leer en esglobal.org el artículo de Ana Mangas titulado Minerales estratégicos (y sus dilemas) en un mundo de renovables decidimos tomarlo como base para este artículo. Nos ha parecido interesante para poner el enfoque en un sitio diferente, no solo en las virtudes que tienen estos minerales.
El uso de los minerales estratégicos y su origen
Lo primero que nos interesa es preguntarnos para qué sirven estos minerales, cuál es su origen y qué podemos esperar de su demanda. Bien, en los casos del litio, el grafito y el cobalto, su uso está vinculado con las tecnologías que se orientan al almacenamiento energético. Estos tres minerales también podemos entenderlos como críticos dada la potencialidad de su demanda, que también es incierta. Como curiosidad, ¿sabías que para fabricar un coche eléctrico se necesitan hoy 7,4 kg de litio, 36 kg de níquel y 12 kg de cobalto?
Si nos centramos en el cobre, el aluminio y el níquel vemos que son necesarios para multitud de energías renovables como la solar, geotermal, eólica e hidroeléctrica. Su demanda también parece que va a crecer, pero según un reciente informe del Banco Mundial será de forma menos fluctuante y más segura.
«¿Cómo garantizamos la sostenibilidad de los ecosistemas y las poblaciones humanas alrededor de las extracciones mineras, a veces localizadas en Estados frágiles? ¿Son la sustitución de materiales, el reciclaje y la minería inteligente los grandes aliados para abordar estos desafíos?»
Finalmente, hablamos de las conocidas como tierras raras, relevantes en el sector de las energías renovables y en la economía digital. Es habitual leer cosas sobre estos elementos, normalmente relacionadas con el dominio de China, mayor productor mundial y con más de un tercio de las reservas conocidas.
Como se puede ver en el citado informe del Banco Mundial, la demanda de estos minerales estratégicos está en alza y se estima que se incremente en un quinientos por ciento para el año 2050 en el caso del litio, grafito y cobalto, en un tercio para 2040 la de cobre y aluminio y la de tierras raras como neodimio y disprosio –usadas para las turbinas eólicas– entre once y catorce veces en 2050 si lo comparamos con 2018.
Es en esta situación cuando empiezan a surgir ciertas dudas. En el artículo de Ana Mangas se plantean cuestiones como las siguientes. ¿Podríamos asistir a una competición geopolítica por unos materiales estratégicos limitados? ¿Cómo garantizamos la sostenibilidad de los ecosistemas y las poblaciones humanas alrededor de las extracciones mineras, a veces localizadas en Estados frágiles? ¿Son la sustitución de materiales, el reciclaje y la minería inteligente los grandes aliados para abordar estos desafíos?
Minerales estratégicos, ¿guerra geopolítica?
Y nos gustaría dar respuesta a todas estas preguntas. Vayamos por partes y empecemos tratando la primera cuestión. La era de los combustibles fósiles que vivimos está plagada de casos de tensiones y conflictos geopolíticos que hace que nos entren dudas sobre lo que puede ocurrir con estos minerales estratégicos. Sin embargo, una de las principales ideas de apostar por las energías renovables es la de buscar un mundo más pacífico.
Es evidente que las renovables son más complicadas de manipular y controlar al ser menos densas que las fósiles y al estar geográficamente distribuidas de un modo más equitativo. Parece que tienen menos problemas. Lo malo es cuando introducimos la variante de esos metales estratégicos limitados cuyas reservas a veces se encuentran concentradas en determinados países. Si bien las tensiones cambiarán, da la impresión de que este modelo no estará exento de conflictos.
«No se prevé un déficit en todos estos materiales. Sí se espera un grado de dependencia muy elevado del exterior, una indefensión ante las alzas de precios y, por tanto, una inseguridad en el suministro que puede ser fatal para la industria europea», explica Roberto Martínez Orio, jefe del Área de Recursos Minerales del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), en declaraciones recogidas por esglobal.
Pese a este posible escenario de escasez y competición, hay expertos que abogan por llamar a la calma y confiar en la capacidad innovadora de sustituir materiales. Lo cierto es que la evolución tecnológica puede transformar la demanda de estos elementos logrando mayor efectividad, abaratamiento y la opción de sustituir unos recursos por otros.
«La minería inteligente se centra en la búsqueda de datos geológicos sólidos, con un buen gobierno y gestión ambiental. Para ello es necesaria la inversión tecnológica con la idea de reducir la huella de carbono en la minería, la planificación a nivel paisaje y resiliencia y adaptación climáticas»
Sostenibilidad y extracciones en estados frágiles
Un estudio de 2020 que cruza datos de las localizaciones de dieciocho materiales estratégicos con indicadores de fragilidad y corrupción muestra que existen significativas reservas de ellos en América Latina, África Subsahariana, Sureste asiático y Australia. La realidad es que excepto la última, el resto de regiones tienen altos niveles de fragilidad y corrupción. Es decir, son vulnerables al conflicto.
Todo esto abre un fuerte debate, ya que debemos alcanzar el ODS7 (Energía asequible y no contaminante) y el ODS13 (Acción por el clima), sin obviar el ODS16 (Paz, justicia e instituciones sólidas).
¿Qué debemos hacer? Parece que lo más apropiado es apoyar una explotación lo más transparente posible, que cuente con una fuerte regulación, además de tener unos gobiernos y actores privados que se comprometan con las prácticas responsables y seguras, y una sociedad civil alerta ante la corrupción y el abuso.
Minería inteligente, un fuerte aliado
Es habitual hablar de la minería inteligente como un fuerte aliado de los cambios que están por llegar. Unas líneas de acción que se centran en la búsqueda de datos geológicos sólidos, con un buen gobierno y gestión ambiental. Para ello es necesario la inversión tecnológica con la idea de reducir la huella de carbono en la minería, la planificación a nivel paisaje y resiliencia y adaptación climáticas, según el Banco Mundial.
Hablamos de maquinaria por control remoto, empleo de drones en la toma de topografías o el uso de Internet de las cosas en áreas diversas como la ubicación inteligente de perforadoras o el empleo de sensores en las plantas de tratamiento.
«Los esfuerzos colectivos van a ser imprescindibles si queremos lograr una cadena de suministro de metales estable y justa, sin dejar de lado la lucha contra el cambio climático, sin dejar atrás a los ecosistemas y personas», cita Ana Mangas para cerrar su reportaje en esglobal. Y desde AYMA no podemos estar más de acuerdo.
¿Qué te ha parecido el artículo? Es una mirada distinta hacia esos minerales de los que todo el mundo habla centrándose en su demanda, sostenibilidad y posibles conflictos.
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Tendencias en RSE para el 2021
Siempre que decimos adiós a un año, nos surgen cientos de preguntas y dudas sobre lo que nos deparará una nueva temporada. Como es lógico, no tenemos una bolita para poder vislumbrar el futuro, pero sí que podemos analizar algunos medidores para ver qué está por llegar. Y justo eso vamos a hacer en este artículo, porque vamos a hablar sobre las tendencias en responsabilidad social empresarial (RSE) para el 2021.
El 2020 ha puesto a todos los sectores contra las cuerdas. Un año fatídico a causa de la Covid-19 y que ha servido para que las empresas apuesten aún más por la Responsabilidad Social Empresarial. La pandemia ha hecho que tengamos que adaptarnos de forma brusca al teletrabajo y a la implantación de numerosas medidas tanto de higiene como de seguridad.
Hay una cosa fundamental que hemos aprendido del 2020 y es que las personas son lo primero. Y las empresas lo han entendido, no solo con sus trabajadores, también con la sociedad que les rodea y de la que forman parte. Estas han potenciado valores como la autenticidad y la transparencia.
«Aunque a priori podría parecer que con la crisis económica su compromiso social iba a resentirse, el tejido empresarial nos ha dado una lección dando un paso al frente para apoyar a los que más lo necesitan», subraya Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, en declaraciones recogidas por Compromiso Empresarial.
«Las personas son lo primero. Y las empresas lo han entendido, potenciando valores como la autenticidad y la transparencia»
Otro punto de vista es el de Bethlem Boronat, profesora de EAE Business School, que piensa que esta crisis sanitaria «ha desvelado que nuestra sociedad tiene una gran energía solidaria. Y en el ámbito empresarial nos ha llevado a ser más conscientes de lo que representa el capital humano dentro de la empresa, y eso va a repercutir en cómo se plantean las estrategias a nivel interno».
Sin duda estamos ante una oportunidad para apostar por el cambio y desarrollar proyectos con colectivos ciudadanos, organizaciones, etcétera. Y es que en este escenario «la responsabilidad social por parte de las organizaciones pasa a ser una obligación moral y ética, así como una necesidad para ser resilientes y sostenibles a medio y largo plazo», apunta por su parte August Corrons, director del Máster de Responsabilidad Social Corporativa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en el mismo medio.
Las tres principales tendencias en RSE para 2021
- Enfoque humano en la gestión empresarial
Las personas seremos el centro de la responsabilidad social de las empresas en este 2021. El I Observatorio de Tendencias en RSC y Sostenibilidad en Iberoamérica publicado en diciembre por EAE –realizado con cien empresas de catorce países– se asegura que los empleados serán el epicentro de futuros proyectos junto al medio ambiente.
- Salud por encima de todo
Uno de los principales deseos que solemos pedir es tener salud y, lamentablemente, la Covid-19 nos la intenta arrebatar. La salud tendrá un papel relevante en este nuevo año, algo que nos hará repensar la relación entre el empleo, la producción y la salud. El foco se pone no solo en la salud física, también en la mental de todos los trabajadores de las organizaciones y de la sociedad en general.
«Las personas seremos el centro de la responsabilidad social de las empresas en este 2021. Los empleados serán el epicentro de futuros proyectos junto al medio ambiente»
- Conciliación
Otra de las cosas que han ganado popularidad con la pandemia es el teletrabajo o trabajo en remoto. Algo a lo que ya nos hemos acostumbrado y que parece que llegó para quedarse. Fomentar las medidas de conciliación y de flexibilidad debe ser obligatorio. Hay que tener en cuenta que la mayoría teníamos unos índices sumamente bajos –comparados con Europa– en la implantación de esta modalidad de trabajo, por lo que nos hemos tenido que adaptar en tiempo récord.
Esto obligará a las empresas a tomar medidas centradas en la conciliación familiar y a gestionar de forma más eficiente el tiempo que los trabajadores que viven en hogares unipersonales.
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¿Qué te ha parecido el artículo? Súmate a estas tendencias y apuesta por una RSE renovada en este 2021.
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Las tres cosas que debes saber sobre la biomasa
Seguro que en alguna que otra ocasión has escuchado hablar o has leído algo referente a la biomasa. Un término que está muy de moda y que en AYMA vamos a analizar para contarte al menos tres cosas que deberías saber sobre la biomasa. ¡No te las pierdas y continua leyendo!
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¿Qué es la biomasa?
Lo primero de todo es definir el concepto. La Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables define la biomasa como la fracción biodegradable de los productos, residuos y desechos de origen biológico procedentes de actividades agrarias, incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal, de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos, incluidos los residuos industriales y municipales de origen biológico.
Por su amplia definición, la biomasa abarca un amplio conjunto de materias orgánicas que se caracteriza por su heterogeneidad, tanto por su origen como por su naturaleza. Además, posee otra acepción. Al tener almacenado calor del sol, también este puede ser utilizado como energía, por lo que es a su vez una fuente energética sostenible y renovable.
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Tipos de biomasa
Al tener una definición tan extensa y que abarca tanto, clasificar la tipología de biomasa es algo complejo. No obstante, casi siempre se suele delimitar en tres grandes grupos:
- Biomasa natural. La que se genera en la naturaleza sin necesidad de intervención humana. Por ejemplo residuos producidos por árboles o bosques de forma natural.
- Biomasa residual. En este tipo hablamos de residuos orgánicos que provienen de las actividades de las personas. Como los residuos sólidos urbanos (RSU).
- Biomasa producida. Finalmente tenemos a los energéticos. Son campos de cultivo donde se produce un tipo de especie concreto con la única finalidad de su aprovechamiento energético.
Además de por su procedencia, también se puede clasificar por la cantidad de agua que posea. Puede ser biomasa seca, como la madera, la leña o los residuos forestales y biomasa húmeda, como residuos de la fabricación de aceites, lodos de depuradora, purines, etc.
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Ventajas del uso de la biomasa
Las ventajas del uso de la biomasa como fuente de energía sostenible son muy diversas. Vamos con un buen puñado de ellas:
- Fuente de energía inagotable, que no contamina casi nada el medio ambiente y no afecta a la capa de ozono.
- Al ser una energía renovable, reduce el uso de combustibles fósiles y su consiguiente contaminación.
- No dejan de ser residuos, por muy naturales que sean, por lo que su uso favorece que se limpien los montes y bosques.
- Tiene un coste mucho más barato que otras energías convencionales, como cuatro veces menos.
- Existe mucha variedad de combustibles disponibles gracias a la biomasa.
- La creación de energía a partir de la biomasa ha permitido que se desarrollen tecnologías específicas con un alto nivel de rendimiento y fiabilidad.
En definitiva, estamos ante un material sumamente eficiente y útil. La biomasa puede tener un uso eléctrico, por ejemplo quemándose en una caldera y calentado el agua que circula por unas tuberías, cocinando alimentos o para hacer vapor. También tiene un uso térmico, ya que produce calor y agua caliente para uso sanitario. Además puede servir para hacer biogás, principalmente metano y biocombustibles como bioetano y biodiesel.
¿Qué te ha parecido el artículo? La biomasa es una fuente de energía renovable muy a tener en cuenta en nuestro día a día.
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